29 de octubre de 2015

(¿Tengo?) Una vida qué vivir

No escribo en este blog desde enero. Así que se imaginarán la cantidad de quejas y comentarios de la índole que suelo soltar en el blog bombardeada a todos mis amigos. Pobres. Lo siento.

Este escrito viene inspirado especialmente en el hecho de que las 3 veces que he hecho colas, sola, para cosas que expresamente necesito, se me ha acabado el producto por el cual hago la cola y me voy de la misma. Impotente, dolida, humillada, deprimida y bien, bien arrecha.

Hay muchos que dirán "Los venezolanos se merecen este país". Pues yo no lo creo así.

¿Quien votó por esto? Sí. Se lo merece, por confiar en una sonrisita y votar por un muerto. Yo no. Mi mamá no, mis amigos no, mis profesores, mis futuros hijos tampoco.

Quienes votaron por 'amor' a un muerto tampoco sienten que se merecen esto.
Yo no me merezco hacer colas por comida y productos básicos, perdiendo horas de trabajo, horas de mi vida y mi dignidad. Yo no me merezco impunidad cuando he sufrido 8 asaltos. Yo no me merezco perder un semestre. Mis profesores no se merecen una miseria de salario. Mis amigos no se merecen un futuro borroso, encadenados a un ancla que se hunde cada vez más, un ancla llamada Venezuela.

"Ay si eres fatalista chica". ¿Te quedan esperanzas? Bien. A mí no.

Cuando Chávez ganó por última vez yo aún tenía esperanzas de hacer equivalencias en otro país. Tener la posibilidad de irme con varios amigos a pasar trabajo en otro sitio con la recompensa de tener un futuro mejor. ¿Por qué no lo hice? Porque había esperanza. Porque las cosas estaban mal, pero no habíamos llegado a nuestro punto de quiebre.

FATAL error el del venezolano de no arrecharse a tiempo, de no exigir que se respeten y velen sus derechos. De tener flojera de todo, de agarrarse puentes, de comerse la luz, de hacerse el loco y no pagar por el transporte público, de vandalizar y ensuciar todos los sitios donde se está, de no hacerse responsables de sus actos.

En fin. No nos arrechamos. Ok. Mala nuestra. Pero vamos a graduarnos y tener trabajos y luego largarnos del país ¿Sí va? Fuego.

¿Por qué había sitios donde Chávez había tenido 60% de los votos, pero con Maduro eran 80% de los votos? Será que se multiplicó de verdad.
Cuando Maduro ganó fue el colmo. El CNE hizo lo que le dio la gana con los votos y Capriles no se puso las bolas. Porque le conviene, porque secretamente trabaja con el gobierno, porque no le importa el país tanto... no sé. Las razones en ese momento no me importaban. El candidato que tuvo mi voto fácilmente perdió mi respeto. ¿Cómo no vas a luchar por unas elecciones que ganaste? ¿Es que no te importa? ¿Es que de repente dejaste de denunciar y de hacer bulla porque te cerraron la boca con un manojo de dólares?

A partir de ese momento dejó de importarme saber cuántos muertos había cada fin de semana. ¿Para qué saber? Era grave, sigue siendo grave, por supuesto. Pero mientras no fuera un conocido ya no me importaba. ¿Por qué? Porque el sueldo de mis padres comenzó a rendir cada vez menos. Porque tenía una vida ocupada y más compleja de la cual ocuparme como para estar pendiente de los problemas de un país que nadie parecía querer rescatar.

Ahora que hay elecciones en diciembre y lo mejor sería que todos votaran por la mesa de la unidad (porque no hay más nada, la verdad, porque es la alternativa más inteligente, porque los líderes de esa unidad son otro tipo de líderes) y la asamblea nacional debería tener como mayoría a estos candidatos para obligar la aprobación de muchas medidas que arreglarían el país.

Pero yo sé que va a haber fraude. Yo sé que, aunque el oficialismo haya perdido un pocote de gente por la escasez, las colas, la inseguridad y la poca popularidad que tiene, van a 'ganar'. Y la MUD no va a hacer un coño. Y nadie va a hacer un coño. Y yo voy a graduarme en una universidad a punto de morir y voy a vaciarles los bolsillos a mis padres para poder huir del país porque aquí no tengo futuro.

Déjanos robar y arruinar el país todavía más. Si no, no amaste a Chávez y eres apátrida.

Antes tenía esperanza, quería seguir viviendo en mi país por un tiempo, crecer como profesional y tal vez vivir en otro sitio, pero siempre regresando a casa, siempre viniendo por navidad, en vacaciones, visitando a mis amigos, a mi familia y a los sitios que me gustan. Pero yo sé que si salgo del país, no volveré a pisarlo por voluntad propia, a menos de que pase algo radical. Pero yo sé que no pasará, porque a los venezolanos no les importa su patria.

No les importa que les digan imbéciles a la cara, con un discurso falso en medio de miseria, porque aplauden, porque el gobierno no les tiene miedo... Porque saben que no va a pasar nada. A menos que se metan con los malandros porque ésos tienen armas de guerra. Es el único motivo por el cual la delincuencia en este país no ha sido erradicada.


Por eso he tomado una decisión, si veo una oportunidad de largarme del país, lo haré. Me dolerá, extrañaré a mis amigos pero prefiero extrañar a mis amigos que no tener futuro.


Espero que todos tengan una buena semana, para lo que queda de ella, y no pierdan su tiempo en una cola de un producto que ya se acabó.