19 de octubre de 2010

Soy una rata sin corazón

Como muchas otras personas, tengo una "caja de recuerdos". Admito que hacen falta muchas cosas por poner allí, y que, pues, ahora es que falta para que se llene, pero me gusta a veces ponerme a recordar mi pasado, y tenerme más respeto al darme cuenta de que he madurado y cambiado mucho desde entonces.
Hice un "reciclaje" de esa caja. Había cosas que no eran mías, cosas nulas que no valía la pena recordar, etc.

Conseguí el primer poema que me dedicaron.

Me reí.

Me cagué de la risa. Me reí de la mala redacción, su incoherencia, la mala calidad de trazo y caligrafía, el dibujo boletamente copiado de alguna obra de deviantart.
No leí los demás, me dio ladilla.

Pero creo que lo más hijo de puta es que, no me hizo recordar nada feliz.

Me hizo recordar lo bien que era soñar dentro de una burbuja, que el mundo era perfecto a mi alrededor, que la malicia no existía, y no comprendía cómo la gente podía no ser feliz con ese mundo tan maravilloso. (¿Ignorancia es felicidad? Ya no para mí. Es inconsciencia, es ingenuidad, y en este país eso es fatal.)

Cuando mi burbuja explotó... Caí cincuenta metros de culo, y me fracturé toda la columna vertebral, las piernas, el cráneo, la ingenuidad y la humildad.

En mi recuperación, descubrí muchas cosas. Cuando sané, ya era alguien nuevo, alguien que caminaba por el frío asfalto y no por nubes de dulces. Alguien que veía a la gente con desconfianza, pues sabía que no estaba entre ángeles. Alguien que era capaz de matar para salir ileso, y no sacrificarse por el prójimo. Alguien capaz de ver a un niño caerse en la calle, y no ayudarle, por desconfiar de casi TODOS.

¿De quién no desconfío? De quien conozco muy bien. Mis panas de la universidad, son chéveres, se puede joder con ellos, trabajan bien, se pasa un rato agradable. ¿Confiarles mi vida? No. ¿Confiarles un trabajo? Puede ser. ¿Confiarles mi bolso mientras voy al baño, aunque tenga dentro de él un cheque de más de mil bsf? Sí.

¿Por qué debo confiar de la inocencia de un niño de la calle? ¿Acaso la tiene? En Francia, de viaje, a mis padres le robaron unos niños de no más de 10 años, y ni siquiera se dieron cuenta, cuando los niños revisan lo que tomaron, y eran sólo pasaportes, se los devolvieron lanzándoselos al suelo.
"Ni en Europa, pues..." como ya habrán oído...

Aquí en Venezuela son los mismos niños que te roban, que te matan con una navaja, porque les enseñan cómo hacerlo. Anti sociales desde antes de los ocho años, que no les interesa aprender ni jugar, sino tener dinero para poder comer, y conseguirlo de cualquier manera.

¿Qué hubiera pasado, si la burbuja la hubiese explotado alguien más cruel?

Tal vez un malandro, un psicópata, un violador.

Tal vez no estaría aquí escribiendo.

Tal vez, estaría abrazada a mis piernas en mi cama, aún traumada, perdiéndome en la locura de la paranoia absoluta, sin ganas de salir de ahí, sin escapatoria ni salvación.

Menos mal que la rompió la persona que más quiero. Fue rudo, pero qué cóño importa, así es mejor.

Aún en la caja no tengo recuerdos de esa persona... están en un lugar más especial. No es algo que haya pasado y debo superar, por eso no está ahí. Por eso, están siempre cerca de mí.

Espero que todas las personas que aún viven en una burbuja, explote, pero que no se den un coñazo tan fuerte. Darse cuenta que la ley del más fuerte, el más pilas, el más desconfiado y coño de madre es el que sobrevive, es crucial.

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Hm, seguramente preguntarán porqué subo tantas entradas últimamente. Pues, si no escribo, esoty en crisis, y me han salido cosas que vale la pena publicar... creo, ¿no?

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