11 de noviembre de 2010

El afán de escribir.

Las primeras veces que escribí... salían cosas típicas de pre-adolescente. Copias baratas, cosas sobrecargadas. Algo así como un fan-fic con un OC dramático como protagonista.

Y lo he notado así con casi todas las personas que escriben. Cuando uno va madurando, aprendiendo y leyendo muchísimo más, cambia también la manera de expresarse, de hablar, de escribir, de crear. Es muy difícil escribir algo que llame la atención de los demás (no de cualquiera, sino de gente que le guste leer), no debe tener ni tema/personajes/trama/situaciones muy cliché.. Si no, se vuelve la adaptación de algo existente al estilo del escritor. Ya me cansé de eso. Por eso dejé de leer fan-fics desde hace mucho tiempo, todos buscan lo mismo; contar algo original con personajes y trama prestados, aburrido.

No sé si pasa con todos los escritores que se enfocan más que todo en la poesía, pero con los pocos que conozco, en sus inicios tomaban uno ya existente "para inspirarse", y terminan sacando el mismo poema, con frases terriblemente similares, el mismo tema y casi el mismo trama.

Ah coño... a los creadores que están en sus inicios, sólo les recomiendo que, al tener una idea, concrétenla, si es demasiado extensa para retenerla toda en la cabeza, escríbanla, tengan una guía, una línea del tiempo, no sé, pero no comiencen a hacer algo que no saben cómo terminará. Es muy triste estar emocionado con una idea, y antes de llegar a la mitad dejar de escribir porque no sabemos cuál será el final. Inventarse uno casi al azar puede ser una opción y podría quedar bien, pero no siempre... de hecho, pocas veces funciona.

Sé que sigo siendo una aprendiz, pero sé cuándo estoy haciendo algo que no interesará a nadie. A veces comienzo a escribir algo para el blog, y termina siendo algo que boto directamente a la papelera, porque lo que parece es una conversación de dos personas aburridas que hablan por hablar y no por aportar cosas realmente interesantes. Nadie quiere leer esa basura. O si estoy escribiendo algo para alguna de mis historias, y comienzo a especificar demasiadas cosas, a describir en exceso una reacción o lo que sea, le estoy restando importancia en realidad a lo que está pasando, distraigo al lector, y esa vaina es ladilla. Al menos para mí es demasiado ladilla. Uno más bien no le presta demasiada atención a lo que lee porque, está esperando leer más acción, más diálogo, la acción en un libro narrativo es fundamental.

No todos tienen madera de escritor, puede que sean buenos escribiendo artículos de opinión pues saben cómo expresarse, pero no tengan las ideas o la originalidad. O al contrario, que tengan ideas arrechísimas, pero que no tengan todo el léxico y las herramientas literarias necesarias para plasmarlas satisfactoriamente en el papel.

¿Por qué escribí este artículo? No sé, fue el tema más serio que se me ocurrió... Y si lo notaron, tan serio que me salió, que tiene pocas groserías (xD), a todos que pasen bien lo que queda de semana.

¿Alguien se da cuenta que no respeto mis propias reglas? Me aburro bastante...

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